Argentina reguló, cuidó sus piernas y con muy poco derrotó a Inglaterra por 2 a 0. Ahora habrá que esperar lo que pase entre Alemania y Australia para saber quien será el rival en la semifinal.
(Por Sebastián Aguilera) - Había que ganar, no bastaba con empatar con Inglaterra, obtener el grupo y evitar a Holanda para llamarse satisfecho. Era necesaria un nueva victoria, porque tres puntos, un quinto éxito consecutivo, significarían que el mote de cuco no era exclusividad de las Naranjas y que si ellas, con su apabullante primera ronda, eran candidatas, las nuestras, estas Leonas, le iban a demostrar al mundo, a fuerza de derrotar a todos sus rivales de zona, que también podrían recibir los mismos adjetivos calificativos por parte de los expertos.
Por todo esto era preciso alzarse con los tres puntos y Argentina, además de cumplir el objetivo, se dio el lujo de regular, de manejar el partido a su gusto ante un rival que, si bien intentó transportar la bocha con criterio y lastimar, nunca pudo inquietar al arco de Belén Succi y desapareció de la cancha en cuanto Noel Barrionuevo, en su segundo corner corto, puso el 1 a 0 para las de Retegui.
De ahí en más, Las Leonas cuidaron sus piernas, tocaron y solo aceleraron para poner el 2 a 0 de la mano de Daniela Sruoga y evitar cualquier inconveniente o imprevisto que se pudiera llegar a dar en el encuentro. Inglaterra, en tanto, ya clasificada, no opuso resistencia alguna y se transformó en un testigo privilegiado del cotejo.
Ahora habrá que esperar lo que pase entre Alemania y Australia para saber quien será el rival en la semifinal. El primer paso ya está dado, tan solo faltan dos escalones para llegar al objetivo final, hacer que la Copa del Mundo se quede en casa.
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