(Por Sebastián Aguilera) - Las Leonas arrancaron Argentina 2010 de la mejor manera posible. Su victima fue Sudáfrica, que tuvo que sufrir a una magnifica Luciana Aymar y terminó perdiendo por 5 a 2. Ahora, Corea Del Sur.
Debutar en un Mundial, claro está, no es una tarea fácil. Pero esta situación reviste aún menor facilidad si quienes te están observando, el público, al menos en su gran mayoría, lejos están de ser desconocidos que nada tienen que ver en tu vida, sino que son personas que te vieron nacer, crecer y desarrollarte en la actividad, que te admiran y que hasta, en tus comienzos, fuiste vos quien los llegaste a admirar.
Es en este escenario que las Leonas tuvieron que jugar su primer encuentro. No era un partido más y no precisamente por el rival, tan accesible como el resultado final se encargó de demostrar, sino porque era la oportunidad, la gran oportunidad, de demostrar todas sus cualidades, todo su orgullo y toda su garra ante la gente, o mejor dicho, ante su gente.
Quizás por esto fue que los primeros 35 minutos lejos estuvieron de ser un gran despliegue de nivel por parte de la Selección Nacional. Sudáfrica, basándose en un juego físico y ordenado, supo aguantar el embate de las locales y si bien se encontraron en desventaja gracias al gol de Noel Barrionuevo, terminaron empatando por intermedio de Pietie Coetzee, y dejaron las cosas en una sorpresiva parda al llegar el entretiempo.
Claro, en la segunda mitad todo cambió porque Argentina, además de contar con todas las cualidades y el amor propio que se le conocen, tiene a la mejor jugadora del mundo y un par de apariciones de ella bastaron para terminar la cuestión. Fue así, que luego de adelantarse unos metros en el campo y ponerse el equipo al hombro, Lucha Aymar se despachó con dos goles en los primeros cuatro minutos y empezó a sentenciar las cosas.
Luego hubo tiempo para lucirse. Otra vez Lucha, por si quedaban dudas de su nivel, anotó para el 4 a 1 y Mariné Russo, a pesar de que las sudafricanas habían descontado por Vida Ryan, terminó de poner un 5 a 2 final, acorde a la calidad de ambos conjuntos.
Ya está, ya pasó el debút, los nervios y todas las sensaciones que se despertaron por estar rodeados del mundo del hockey en su máxima expresión y magnitud. Ahora, viene Corea del Sur, un rival sencillo, a priori, pero de temer si se tiene en cuenta que despachó a China, uno de los favoritos del grupo. Esto demuestra que nada será fácil, pero que mientras se siga con esta sana costumbre de ganar, la participación de Las Leonas en el Mundial seguramente será más que placentera.
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